"Educar a un joven no es hacerlo aprender algo que no sabía, sino hacer de él, alguien que no existía" (John Ruskin)

jueves, 8 de diciembre de 2011

¿QUÉ ESTÁ PASANDO ACTUALMENTE EN NUESTRAS AULAS Y HOGARES?

En la actualidad, existe una nueva civilización impregnada de tecnología, información y nuevas tendencias que requieren de una nueva pedagogía que cumpla con las demandas de las generaciones de estudiantes actuales.  Se pueden observar en los diferentes niveles de educación y en los hogares niños más despiertos, curiosos, activos, críticos, precoces, rápidos, expresivos, extrovertidos e inteligentes.
            Éstos alumnos del siglo XXI necesitan prácticas educativas vivenciales en donde puedan sentir y pensar de acuerdo a escenarios y situaciones reales, donde puedan ser capaces de conocerse a sí mismos, de motivarse y regular sus conductas en pro del trabajo escolar y extraescolar, de la convivencia y de la búsqueda incesante de conocimiento, para crear y realizar un proyecto de vida acorde a su individualidad pero con un beneficio social, puesto que forma parte de uno ó varios contextos, en los cuales su actuación influye y se ve influida en distinta intensidad.
            Para hacer frente a las nuevas generaciones con una educación pertinente se necesitan maestros actualizados a través de una capacitación constante, que sean pacientes con respecto al trato hacia sus alumnos, pero a la vez propositivos en cuanto a nuevas formas de trabajo. Pero para lo anterior es necesario formar a los futuros profesores bajo una dinámica activa, colaborativa, investigativa, innovadora mediante la  re conceptualización de su misión y sus prácticas.
            Lamentablemente, algunas escuelas han olvidado su oficio en cuanto a que evade algunas responsabilidades, pues siguen implementando metodologías tradicionalistas, escuelas en las que predomina la rutina, el aburrimiento y por ende el cansancio tanto de los alumnos como del personal que atiende su educación. Existe carencia de motivación y una ausencia de compromiso en las instituciones que presentan prácticas de éste tipo, por lo tanto existe una falta de conexión entre la realidad social y el aprendizaje que se desarrolla en la escuela.
            Se requiere la eliminación de esquemas mentales nocivos que limitan el trabajo y por ende el desarrollo de los alumnos dentro de la escuela y fuera de ella. Para ello los adultos (docentes, padres de familia, autoridades) necesitan aprender a desaprender prácticas que obstaculizan el crecimiento personal y profesional.
            Por eso es necesaria una educación holística que abarque todas las características y potencialidades  de los alumnos, que le apueste a un desarrollo integral en donde la educación realmente le sea útil para la vida, desde el momento en que el docente plantea las situaciones de aprendizaje, buscando relacionar esas experiencias con sucesos de la vida cotidiana. Transformando la escuela en una institución activa, democrática, abierta y creativa, en donde el cambio resulte un hecho permanente y necesario para el funcionamiento de la misma.

Paymal, Noemi. Pedagooogía 3000. Guía práctica para docentes, padres y uno mismo. Cuarta Edición. Editorial Milenio. Bolivia Pág. 87-102

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN

¿A qué se refieren los pilares de la educación? Se puede conceptualizar como un soporte al nuevo enfoque por competencias, que en el marco de la globalización, de las sociedades del conocimiento y de nuevas generaciones con características y demandas distintas, requieren de una base teórico – metodológica para el desarrollo personal y social del ser humano del siglo XXI.
            Jacques Delors afirma que a fin de que la educación cumpla con sus objetivos, necesita desarrollar cuatro aprendizajes que define como los pilares del conocimiento que son: aprender a conocer, aprender a aprender, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Aprender para conocer supone, en primer término, aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento. Aprender a hacer supone la aplicación del conocimiento, es decir trasladar la teoría a la práctica. Aprender a vivir juntos consiste en realizar actividades de manera colaborativa en un ambiente de tolerancia y armonía. Finalmente el aprender a ser significa lograr un autoconocimiento, para responder de manera autónoma, justa y responsable a las exigencias y experiencias de vida.
Para lograr el desarrollo de éstos cuatro pilares de la educación se requiere de que el docente  los ponga en práctica personalmente, puesto que no se puede dar lo que no se tiene, por eso es necesaria una reorientación de la función docente a partir de éstos pilares, para poderlos desarrollar en los alumnos. Los padres requieren conocer también éstos pilares y en qué medida contribuyen a cada uno de éstos desde la familia. Se requiere de un trabajo arduo, colaborativo y comprometido por parte de la escuela, la familia y la sociedad, para crear las condiciones donde se generen personas competentes para la vida que contribuyan a la transformación de la sociedad desde su desarrollo personal y profesional.

Delors, Jacques  (1997) Los cuatro pilares de la educación (91-102).

PEDAGOGÍA: ¿DISCIPLINA EN EXTINCIÓN?

Ésta interrogante nos invita a retomar primeramente el dilema de si la pedagogía es ó no una ciencia, llevándonos a recodar lo concluido en el texto ¿qué es la pedagogía? de Sarramona, en el cual se concluye que la Pedagogía no es una ciencia, sino una disciplina científica en donde a través de la práctica se produce la ciencia, mediante el conocimiento del agente principal de la educación que es el alumno y la utilización de metodologías que apuntan a una mejor forma de enseñanza, de respuesta a las necesidades de conocimiento y de la puesta en práctica de su desarrollo de pensamiento.
            A través de los años, la pedagogía se ha ido transformando  proponiendo nuevas formas de trabajo, además de realizar análisis más amplios de lo que acontece dentro y fuera de las aulas y las instituciones escolares. Pero se ha observado que también a través de esos años ha existido el fracaso escolar, la discordancia y concordancia entre lo que se debe abordar en la escuela, entre el cómo por qué y para qué de esos contenidos.
            Qué está pasando que no se ha llegado al punto medular del problema cuando se implementan nuevas formas de trabajo áulico tratando de buscar el éxito y aún así existe el fracaso escolar, qué pasa con el esfuerzo de teóricos que han modificado  los paradigmas, de los maestros que los han desarrollado y de los padres de familia que los han apoyado y aún así han observado problemáticas de tipo áulico, escolar y que por consiguiente se transfieren a lo social.
            Posiblemente la pedagogía no ha obtenido el éxito deseado, porque no es la única responsable de el hecho educativo y por tanto requiere de la interacción y el trabajo conjunto de otras disciplinas para darle a ese hecho una formalidad y un sentido que concluyan en respuestas eficaces y eficientes ante las demandas de la sociedad.
            La Pedagogía no está en extinción, al contrario, solicita una transformación en teoría y práctica a la par del desarrollo científico, económico y social, por consiguiente para logra recuperar el prestigio del que gozó en un tiempo atrás deberá hacer alianza con esas esferas del desarrollo y ser comprendida y desarrollada por lo docentes y demás involucrados en el hecho educativo.

8a. Juárez Hernández, Fernando. (2007). Pedagogía: ¿Disciplina en extinción? Atinos y desatinos de un estatuto. México, POMARES-UPN (189-197).

ESTRUCTURA Y MODO DE SER DE LAS TEORÍAS PEDAGÓGICAS

La pedagogía es una disciplina que provee a la educación de soporte y funcionalidad, por tanto las teorías pedagógicas poseen una estructura y una forma de ser que dan sentido a la práctica educativa.
            Toda teoría pedagógica parte de la concepción antropológica del hombre, siendo ésta el primer elemento estructural, a partir de la cual se diseña un plan de acción escolar en el cual se contempla la corrección de lo que se considera imperfección ó inapropiado para el desarrollo social. Si se concibe al hombre como un ser pasivo, la educación buscará proveerle de actividad, para que explote al máximo sus dispositivos intelectuales, proponga, sea crítico construya ó produzca para la sociedad de la cual forma parte.
            Si se le considera activo, se determinan límites para procurar el control de las acciones del ser humano, en fin de acuerdo a la concepción de hombre se genera un planeación del hecho educativo que contempla una serie de acciones y propuestas educativas (de recursos humanos, materiales y financieros, además de espacios, tiempos y contenidos) para tener como resultado un cambio que advierte una mejora del individuo y por ende del contexto en el que se desenvuelve.
            El segundo elemento estructural de las teorías pedagógicas, es la comprensión de las relaciones entre la educación y la sociedad, en la cual se identifica la influencia que tienen cada una sobre la otra, los elementos que en ellas intervienen, así como las oportunidades, los obstáculos y resultados que se advierten en su interacción.
            El tercer elemento se refiere a los conocimientos que ha de generar la educación, revisando las necesidades de la sociedad y de los individuos con respecto a ésta.  De manera que para definir cuáles conocimientos son pertinentes se desarrollan acciones como la identificación, valoración establecimiento aunado a una fundamentación objetiva.
            El cuarto y último elemento es la concepción sobre aprendizaje y enseñanza, en el cual es necesaria la consideración de las teorías de aprendizaje, para determinar las formas de enseñanza. Considerando el desarrollo integral del alumno, no únicamente basarse en su intelecto, sino tomando en cuenta que es un ser bio-psico-social,  con emociones y socialización que son parte de su desarrollo y que deben ser considerados para una visión holística del alumno, ya que todos los aspectos de la constitución de ser humano, anteriormente mencionados influyen en su aprendizaje y por tanto es necesario considerarlos para planificar la enseñanza.
            Revisados los elementos de la estructura de las teorías pedagógicas, se mencionará a continuación la forma de ser de las mismas, en la cual se ven involucrados todos los elementos de la estructura. ¿Cómo actúan? A partir de ideales educativos que constituyen un conjunto de intereses, sociales que parten de una cosmovisión de las formas de relación con los semejantes y el entendimiento del medio donde se vive, que dependen de una cultura dominante en cierta sociedad; diseñan proyectos educativos que pretenden desarrollar una educación operativa viable, considerando contenidos, métodos, tiempos y participación, en torno a docentes, alumnos y otros actores del hecho educativo, a través de una didáctica adecuada a las condiciones de los alumnos y del contexto.
            A manera de conclusión se puede decir que las teorías pedagógicas constituyen un constructo complejo y completo que si es comprendido por el docente, generará una práctica razonada y adecuada, aterrizando en resultados satisfactorios, para la sociedad.

Fernández, Pérez y García (2009). Pedagogía y prácticas educativas. UPN. Estructura y modo de ser de las teorías pedagógicas (11-45).

¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA OPERATORIA?

Hablar de Pedagogía es hablar de una práctica escolar basada en el conocimiento del niño: de sus características, de sus etapas del desarrollo, sus intereses, condiciones socioeconómicas, recursos y limitantes.
            Las estructuras intelectuales del niño  se van desarrollando conforme a sus experiencias de aprendizaje y de vida,  a través de la relación con su familia, sus vecinos, sus pares en la escuela, además del contacto con distintos escenarios, materiales, contenidos.
            El pensamiento del niño se desarrolla conforme a aproximaciones, partiendo de su interés con respecto a un dato, cuyo conocimiento se va amplificando a través de la identificación, focalización y relación de otros datos, lo cual genera contradicciones en cierto momento, que servirán para comprobar ó refutar la percepción del dato inicial. De manera de comprender una parte de la realidad a través del desarrollo del pensamiento, no es tarea fácil, para llegar a la comprensión de la misma se requiere recorrer un largo sendero en el que se analizan diferentes aspectos, abandonando, confrontando, tomando nuevos datos, que al final del camino permiten generar un nuevo conocimiento contradictorio ó complementario.
            Entonces al revisar éste proceso natural se identifica la importancia de los intereses del niño, para su desarrollo intelectual que se pretende sea movilizado en buena medida por la escuela. Resulta pues, una gran responsabilidad para los educadores el ser realmente facilitadores de esa movilización, derribando las barreras que algunos de ellos han construido a lo largo de años y generaciones mediante prácticas rígidas, centradas en los intereses del docente y que limitan la creatividad del niño, convirtiéndolos en seres receptores, pasivos y lineales ante su mundo.
            Por tanto realizar una Pedagogía Operatoria consiste en movilizar los procesos de pensamiento de los alumnos, en la adquisición de nuevos saberes, permitirles conocer a través del descubrimiento, de la elaboración de hipótesis y de la comprobación ó refutación de las mismas, el mundo del cual forman parte, debiendo ser el docente un guía y no un obstáculo, para ello.
He a continuación las distintas etapas de desarrollo intelectual en la escuela, que deberán ser conocidas por el docente para ver en qué etapa se encuentran sus alumnos y desarrollar situaciones didácticas que les permitan acceder a etapas posteriores:
PENSAMIENTO INTUITIVO
(De los 2 a los 6 años)
El niño descubre su mundo a través de los sentidos y de la experimentación, de manera que se da cuenta de las propiedades de los objetos, dejándolos caer, lanzándolos, presionándolos, oliéndolos, escuchándolos, llevándoselos a la boca, entre otras acciones, inventando explicaciones impregnadas de animismo. Además va conociendo a las personas y su comportamiento a través de la observación de las mismas, de sus actos, gesticulaciones, tono de voz, entre otras señales.
OPERACIONES CONCRETAS
(De los 6 a los 12 años)
En ésta etapa el niño realiza operaciones mentales (realizar una acción con el pensamiento, imaginando de manera inversa y recíproca, anulando ó compensando los resultados de la primera) que le permitirán adquirir las nociones fundamentales de tiempo, espacio, físicas y sociales.
DE OPERACIONES CONCRETAS A FORMALES
(Inicia en la adolescencia y se desarrolla a lo largo de la vida)

Pensamiento hipotético deductivo, operado a través de proposiciones ó enunciados. Teniendo un acceso a la lógica formal, aislando datos ó variables de manera sistemática, realizando todas las combinaciones posibles entre ellas.

PENSAMIENTO FORMAL Y PENSAMIENTO CIENTÍFICO
Cuando la persona ha constituido un pensamiento formal, éste le permitirá desarrollar un pensamiento científico, siempre y cuando tenga acceso a la experimentación y ejercitación de sus recursos intelectuales y a la reflexión acerca de sus acciones y resultados en torno al conocimiento científico

Moreno, Montserrat (1997) La pedagogía operatoria, Un enfoque constructivista de la educación, ed. Laia S. A. México (39-55).