"Educar a un joven no es hacerlo aprender algo que no sabía, sino hacer de él, alguien que no existía" (John Ruskin)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

UNA INTERROGANTE QUE INVITA A LA REFLEXIÓN: ¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA?


Responder a la cuestión planteada supone pensar de manera reflexiva respecto a la educación. Partiendo de la consideración ó no de ésta como ciencia, para dar pauta a otra interrogante, ¿es la pedagogía una ciencia de la educación, compañera de otras disciplinas ó bien una ciencia de la educación única?

Por lo tanto el objetivo particular de éste escrito es definir la fundamentación científica de la educación puesto que éste es un fenómeno complejo que comprende el desarrollo personal y social del ser humano, en el cual confluyen varias acciones y una diversidad de agentes, que establecen la explicación del mismo desde distintas perspectivas, entre ellas la PEDAGOGÍA.

Primeramente hay que establecer una conceptualización de conocimiento científico, Sarramona (1985) expone en su texto ¿qué es la pedagogía? A varios autores que tratan de explicar lo que lo constituye como tal y en primer lugar se refiere a ese conocimiento que se encuentra más allá del sentido común, basado en evidencias obtenidas a partir de una metodología sistemática que dan explicación y realizan predicciones respecto a los fenómenos de estudio, el conocimiento no se considera indisoluble, al contrario, queda reemplazado por nuevos paradigmas que dan una explicación más completa de los fenómenos.

Se establece entonces como ciencia a aquella que da explicación de los fenómenos naturales y de los hechos sociales a través de la responsabilidad en la búsqueda de la verdad basado en un bagaje teórico y un proceso de comprobación de los supuestos hipotéticos a cerca de esa parte de la realidad estudiada.

El conocimiento científico está en constante búsqueda de la verdad, de encontrar el por qué y para qué de las cosas y hechos. Aunque esa búsqueda trate siempre de tener un carácter objetivo, no queda librada de cierto matiz subjetivo, puesto que está realizada por seres humanos, sujetos que por su individualidad tienen distinta percepción de la realidad y cada uno le imprime esa subjetividad que tiene que ver con la relatividad de los intereses, emociones y los valores.

Los valores son como una especie de sendero para el contenido y la metodología de la investigación, puesto que como mencionaba antes están presentes en el sujeto de quien parte el interés investigativo, quien a su vez forma parte de una sociedad en la cual también se manejan valores y el impacto de la producción ó explicación del conocimiento, será valorado por dicho contexto social. Por lo tanto Sarramona (1985) menciona que “el avance científico será éticamente justificable en la medida que colabore a la mayor dignificación humana, a su avance por el camino de la liberación y superación de las limitaciones provocadas por la ignorancia y la superstición” (p. 23).

La Educación utiliza tecnología la cual está estrechamente ligada con la ciencia, puesto que se ocupa de la aplicación de conocimientos científicos para resolver problemas prácticos, es decir que la tecnología educativa trata de aplicar el conocimiento científico al ámbito en el que se desarrollan los procesos de enseñanza – aprendizaje a fin de eficientarlos.

Ahora bien, hablando de educación, ésta constituye un acto de civilización, superación y convencionalismo del hombre; una acción que por sí sola no se considera una ciencia, sino un hecho social complejo puesto que en él se ven involucrados los seres humanos, su constitución biopsicosocial particular, su conducta, sus valores y emociones, su interacción con otros individuos, la tecnología y los fines de la sociedad a la cual pertenecen, constituye un objeto de estudio científico al cual hay analizar desde distintas disciplinas que constituyen las ciencias de la educación, entre las que se encuentran la pedagogía, la filosofía, la sociología, la economía, la psicología, la biología, entre otras.

Por tanto respondiendo al cuestionamiento respecto a si la pedagogía es una ciencia única de la educación, la respuesta es negativa, puesto que la pedagogía es una de varias y de las principales que le dan sentido al hecho educativo, pero que requiere de la relación con las demás ciencias de la educación para fundamentar el hecho educativo de tipo formal e informal, principalmente escolar, para las primeras etapas de vida del ser humano que lo constituirán como un individuo capaz de hacer frente a la sociedad en la que se desarrolla. La pedagogía le estructura y soporte al hecho educativo, determinando, qué, cuándo, dónde, cómo, a quiénes, con qué y para qué educar.

Sarramona, Jaime ¿Qué es la pedagogía?. Ediciones Ceac Barcelona, España. 1985. pág 5-55.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA CUESTIÓN ESCOLAR

¿Por qué hablar de la cuestión escolar? Porque sin duda genera varias interrogantes, respecto a las condiciones y efectividad en que se desarrollan los procesos educativos, los agentes involucrados, la planeación, las herramientas, los contenidos, los resultados a partir de evaluaciones realizadas interna y externamente en todos los niveles de los diversos sistemas de educativos. Todo lo anterior surge de una realidad en crisis económica y social principalmente, de la cual se considera como principal responsable al sector educativo. Para ello hay que elaborar un análisis de qué es lo que pasa en la actualidad en las escuelas y hasta qué punto podrían tener o no razón quienes depositan la responsabilidad de lo anteriormente mencionado en el sector educativo.
            Jesús Palacios en su escrito la cuestión escolar menciona en éste texto algunas concepciones pedagógicas de distintos autores que a lo largo de la historia han propuesto varios modelos de educación, en éste escrito se abordarán únicamente la escuela tradicional y la educación planteada por Jean Jacques Rousseau.
            La educación tradicional es un tipo de educación centrado en el docente, en el cuál él es el amo y señor del aula, de los contenidos y de las decisiones, se pretendía formar ciudadanos disciplinados y cultos, mediante el aprendizaje memorístico y el autoritarismo, en escuelas alejadas de la sociedad que pretendían enfocar al alumno al 100 % en las actividades escolares. El objetivo del quehacer educativo era la transmisión de conocimientos de retórica así como aquellos de tipo moral  de acuerdo a los antiguos pensadores, dejando de lado el contacto con la naturaleza y la vida. Se enseñaba con base en los intereses de los adultos y no de los niños. Los alumnos debían vivir en las escuelas desconectados del mundo exterior, con humildad y sacrificio. Reinaba en las aulas la competitividad y el esfuerzo, para el logro de un ascenso de categoría, a cada alumno le correspondía un contrincante con el que tenía que poner a prueba sus conocimientos y tratar de superarlo para ganar prestigio.
             Los contenidos, el método de enseñanza, las actividades y la organización escolar, eran planeadas y controladas por el profesor, se buscaba la reproducción exacta de lo que el profesor enseñaba, con punto y coma, a través del orden, el trabajo y la obediencia de los alumnos.
            Por otra parte, se habla de la educación que propone Rousseau, en su obra “El Emilio”, en el cual  el centro de interés es el niño, se critica a la educación tradicionalista, porque según él  se enseña a los niños según las ideas de los adultos sin tomar en cuenta la naturaleza del mismo, su curiosidad, sus intereses, enseñándolos a hablar bien pero no con profundidad. Por lo tanto el Emilio es una reacción contra la educación del pasado y una propuesta educativa hacia el futuro, influida por pensadores humanistas como Rabelais, Montaigne y Locke.
            Rousseau realiza el descubrimiento del niño en la educación, es decir de la importancia de su naturaleza en la planeación y acción del quehacer educativo, tomando en cuenta su madurez, intereses y características particulares, de lo contrario, se cae en el error de una educación inadecuada, puesto que al desconocer la naturaleza del niño, se actúa contra ella y es por eso que no se obtienen los resultados deseados, puesto que no se parte desde lo importante, el conocimiento del niño.
            En la actualidad, después de varios siglos tristemente en algunas instituciones se siguen implementado prácticas pedagógicas tradicionalistas mientras que en otros se promueve el aprendizaje activo de acuerdo a los intereses del niño, para muestra basta un ejemplo: “Hace días platicando con una maestra de preescolar me comentó la experiencia que tuvo en dos instituciones de ese nivel con respecto al tema del Descubrimiento de América, en un grupo una maestra llevo a los estudiantes a vivir ese acontecimiento, dramatizándolo y apoyando la experiencia vivencial con música y ambientación acordes al tema, los niños se movían de un lado al otro del salón interpretando el papel asignado; de manera opuesta en un grupo de otra institución la maestra les expuso el tema relacionando el nombre del continente descubierto con un equipo de futbol, posteriormente les repartió hojas con dibujos alusivos y les solicitó colorearlos” En el caso de la primer maestra se puede percibir que tomo en cuenta su naturaleza, porque los niños disfrutan actividades prácticas y lúdicas, además de que puso en práctica el aprendizaje activo y significativo, en el segundo caso la maestra realizó una clase tradicionalista e incluso la relación que hizo del continente con el equipo de futbol resulta confusa en lugar de significativa. Además de que los niños permanecieron en su lugar, de manera pasiva escuchando a la maestra.
            Estos dos casos son ejemplos de que a pesar de los esfuerzos por una reforma educativa y por formar alumnos para la vida, mientras las propuestas de trabajo no se lleven a cabo, no se obtendrán resultados que le apuesten a la formación de alumnos críticos, seguros de sí mismos, participativos y que le apuesten al progreso de la humanidad.

La cuestión escolar: críticas y alternativas.  4ª ed.  México: Fontamara (11-22), (39-49).

DIDÁCTICA MAGNA

Para hablar de la obra de Juan Amos Comenio que revolucionó a la pedagogía, es necesario hablar primero del hombre, antes que del maestro puesto que el segundo parte del primero y no puede generar conocimiento dentro del contexto escolar si no es que como hombre no está lleno de experiencias, de gusto por aprender y llevar a otros seres humanos hacia el aprendizaje, sólo con ese afán, de aportarle a la humanidad el logro de un beneficio para la misma.
            Juan Amos Comenio de origen Checoslovaco, nacido en 1592, fue un ser humano que desde pequeño se distinguió entre de entre sus compañeros de estudio, por lo que recibió la oportunidad de estudiar, gracias a una beca otorgada por la Hermandad Morava, de la cual años más tarde fue ministro evangélico y posteriormente obispo, alternando las funciones de sacerdote y de maestro, sin embargo al parecer la que más disfrutaba era la segunda pues gustaba  interactuar con los alumnos.
            En su papel de maestro tal parece que desempeñó el papel del maestro ideal, el que predica con el ejemplo pues se preocupaba por el ser “humano” y no por el rol de alumno, promulgaba una educación para la vida, práctica, útil, significativa, que diera frutos, que creara que transformara la situación de su lugar de origen. Bajo una planeación detallada, consciente, con base en las necesidades de los alumnos.
            Proponía una educación que trascendiera  más allá de la de la escuela, como ejemplo de esto en un lugar llamado Fulnek, él con el fin de enseñar a los niños la apicultura, instaló colmenas, a las cuales no sólo acudían los niños, sino también los padres de éstos a recibir las enseñanzas del profesor. Fue el promotor de los jardines de niños, pero considerando de gran importancia a la educación brindada dentro de la familia, como la base para poder ingresar a una educación escolarizada. Además de proponer la creación de la educación popular en la que todos tienen acceso: hombres, mujeres, pobres, ricos, párvulos, superdotados y atípicos.
            Basándose en la teoría de heliocéntrica de Copérnico, el cual señalaba que el Sol era el centro del universo y no la Tierra como se creía, Comenio centro en el sistema escolar al alumno y no al maestro. Reformó la educación con su método activo consistente en la comprensión, retención y puesta en práctica de las lecciones, además de introducir estrategias de motivación como el mostrar a sus alumnos un semblante alegre. Uno de los principales fines educativos era enseñar al alumno a vivir, es decir que lo que aprendiera en la escuela le fuera útil, aplicándolo a sus experiencias.
            Comenio implementó el teatro de manera experimental como una herramienta para el aprendizaje escolar, diseñando un texto de educación con imágenes llamado “Orbis Pictus”, el cual es el primer material audiovisual que se conoce en la historia de la pedagogía.
            Una de sus obras más importantes para la educación es “La Didáctica Magna” publicada en 1657. Antes la pedagogía era  una tarea de ayos que sólo se encargaban del cuidado de los niños y que era considerada una función de poca importancia y rango, pero Comenio revolucionó la tarea del pedagogo haciendo de la enseñanza de los niños una ciencia, establecida en la Didáctica Magna, un manual de la técnica de la enseñanza, dividido en tres partes: didáctica general, didáctica especial y organización escolar, en las cuales colocó al niño como centro del fenómeno educativo, Con respecto a las funciones de la escuela, realiza un acróstico de la palabra SCHOLA, en la que esquematiza que la escuela es para pensar con sabiduría, actuar con honestidad y hablar con propiedad.
            Uno de sus ideales era que toda la humanidad fuese una sola familia, que hablara una lengua común, que recibiera una misma educación y que fuera gobernada por un solo organismo,  logró reunir el Congreso Internacional de Torun en 1645 para negociar la paz mundial, además de viajar por varios países  con ese fin, por lo cual se le reconoce como el precursor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Fue un hombre preocupado por la sociedad, por el bienestar común, por el progreso y la paz. Desempeñó muy bien eso de contribuir con su granito de arena ese bienestar, proponiendo como principal vía para esto a la Educación, a pesar de que tuvo una vida llena de desgracia y persecución, nunca quitó el dedo del renglón respecto a escribir y proponer para el mejoramiento de las condiciones de la humanidad.

Comenio, J. (2005). Didáctica Magna. Porrúa. Prólogo de Gabriel de la Mora. Pags. X_XXXIII. y PALACIOS, Jesús. (1999).